Dr. Carlos Alberto Arestivo Bellassai
Es muy común ver que en los matrimonios que se separan, uno de los consortes intenta utilizar al hijo para su propio provecho, apartándolo de la posibilidad de comunicarse y compartir con el otro progenitor, sin importarle los sufrimientos del niño y las consecuencias psicológicas que le provocan esta situación.
A esto le llamamos manipulación psicológica a los niños. Existen manipulaciones psicológicas en sentido positivo, pero de las que queremos dialogar son aquellas negativas o mal intencionadas que generan no solo sufrimiento sino verdaderos trastornos en la personalidad del infante. El sujeto manipulado En este caso el niño o la niña que debe convivir con uno de los consortes (madre o padre), que están en proceso de separación o divorcio. , Se produce cuando uno de los padres ejerce una tentativa de controlar el comportamiento del hijo, en relación al otro progenitor en conflicto.
La base de este tipo de conductas aberrantes son la presión psicológica, la persuasión, la seducción, sugestión, amenazas, desinformación las mentiras o falsedades etc., distorsionando la capacidad reflexiva en el niño y generando un estado de confusión, por cuanto ese padre o madre, son seres que ama y necesita amarlos, por su propia indefensión y porque han sido criados por ellos creándose un vínculo afectivo muy sólido, cuando el niño vivía con sus padres unidos todavía. La manipulación psicológica genera en el mundo interno del niño, cambios de algunas estructuras logrando subvertir el control sobre sus propios criterios, conceptos, comportamiento, emociones, eliminando de esta manera sus capacidades críticas o autocríticas en lo que se refiere a su capacidad de juzgar, reflexionar, rehusar informaciones o aceptar otras órdenes. Es decir no podrá tener fácilmente una relación con el otro que no esté ya marcada por el miedo, la angustia y la confusión de emociones.
La manipulación psicológica es considerada un maltrato psicológico en todo el sentido de la palabra, sobre todo en los niños, porque están en proceso de conformación de su personalidad, lo cual puede generar serias dificultades en la manera de encarar su vida.
Un niño manipulado puede perder su capacidad de crítica y autocrítica, como dijimos, buscará siempre que el otro le ayude a “pensar” por él o convertirse en un adulto manipulador. Siempre la manipulación psicológica se da en forma sutil y es todo un proceso, porque la persona no es consciente de la presión que se le está ejerciendo, y como proviene de uno de los padres, persona significativa, a quien ama profundamente, va generando una influencia que el niño va asimilando poco a poco, está en la creencia de que las decisiones que toma, son de ellos mismos dado que han perdido la capacidad de crítica o autocrítica y decimos que es un proceso porque estos cambios no se producen abruptamente, sino se van haciendo de a poco .
El sujeto que manipula solo le interesa ganar el conflicto que tiene con su pareja, absolutamente o no piensa o lo minimiza el posible daño que le está haciendo a su hijo, o realmente cree que lo está protegiendo, sin tener en cuenta que existen leyes que se ocupan de este problema, como queriendo hacer justicia por sus propias manos.
El padre o madre manipulador puede apoyarse en la mentira como una verdad o en la seducción, incluso en la coacción por amenaza o la fuerza. Los manipuladores son hábiles de explotar las debilidades del hijo. El miedo y la angustia de perder el amor, la seguridad del padre o madre con quien convive La desinformación sobre los hechos El cree ciegamente en lo que le dice el padre o madre La situación del poder que ejerce el padre o la madre que manipula sobre el niño, a partir de generar miedo y los principios de recompensa – castigo y de sumisión Los niños y los jóvenes son indudablemente muy influenciables, El manipulador siempre aparece como el protector, el que le cuida, el que le ama, apareciendo como la persona que estará siempre su lado, poniendo al otro cónyuge como la persona que no lo quiere, que le va a hacer daño etc..
Esta situación sutil hace que el niño lo apoye, no busca defenderse, más bien se convierte en colaborador dando las informaciones que el manipulador utilizará a su modo. Este tipo de manipulación que podríamos llamar seductora es más peligrosa que aquella que se da en forma coercitiva o por amenazas o castigo, porque cuando esto ocurre significa que en la víctima se ha producido un cambio en su estructura psicológica interna (mundo interno)
Un sujeto manipulador puede tener un comportamiento entendido como desviado o perverso o de un desorden de la personalidad, cuyas causas se remontan a su propia infancia o a la educación de padres manipuladores. También la manipulación puede interpretarse como una forma particular de egoísmo.
Pero es importante entender que los que utilizan estas técnicas, destruyendo la vida de sus propios hijos para su propio beneficio egoísta, o simplemente porque quiere el control de la situación a su propio beneficio, pueden ser considerados también psicópatas, o sociópatas.
Probablemente la gran mayoría de los manipuladores que utilizan la manipulación en perjuicio de su propio hijo encajan en el perfil del psicópata. Y la razón por la que puede de pensar en este diagnóstico, es porque no sienten culpa y no les interesa lo que le ocurre a su propio hijo.
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