Liz Torrez, quien impulsó un proyecto de gran envergadura, que involucró a la Embajada de Corea. El Gobierno destinó 20 hectáreas en el predio de los ex combatientes de la guerra del Chaco, en Reducto, San Lorenzo y la Embajada donó alrededor de 1.000.000 de dólares con estrecha supervisión del proceso. Me tocó a mí elaborar el proyecto de rehabilitación, este trabajo es un capítulo de un libro sobre el tema.
Ñemity…de la calle a la Comunidad
Carlos Alberto Arestivo 2021
Para lograr este propósito necesitamos saber primero …qué es la calle para un niño y quien es ese niño que se formó en la calle.
Nuestras normas de convivencia, las leyes, no llegan a ese mundo. Las calles, el asfalto, la agresividad, la violencia, las inmundicias, el intenso calor y el frio insoportable en ellas, estos niños no tienen ninguna protección. La calle para un niño que vive en ella, es un mundo aparte y tiene sus propias reglas, es un mundo desconocido por nosotros.
Este es el escenario y los actores que debemos plantear en este trabajo” de la calle a la comunidad”.
Nuestra experiencia con las comunidades terapéuticas que me tocó trabajar, aprendí que el ambiente en el hospital psiquiátrico, caracterizado por la indiferencia, por la inactividad y solo los psicofármacos son los que deterioran al paciente.
En la Comunidad terapéutica aprendimos también que justamente el ambiente, planteado de manera inteligente, es el que puede modificar la vida de un niño o adolescente cuya personalidad se está estructurando y sabemos que ésta se genera a través de las relaciones y de una comunicación en un ambiente saludable.
El niño o adolescente no es un paciente, es una persona que le ha tocado vivir en un mundo especial, la calle, y en la estructuración de su personalidad ha generado conductas agresivas, a veces violentas como un mecanismo de defensa. Pero es una persona inteligente que si sabemos cómo tratarlo podrá obtener un beneficio importante no solo para él sino también para toda la comunidad. Es por ello que intentamos crear un ambiente que proporciones todas las cualidades necesarias para que el niño o adolescente se adapte, sobre todo un ambiente especial que permita al niño confiar y así poder expresar sus sentimientos, sus criterios.
Con ese equipo ideamos ese “rompecabezas” que significaba devolverles la “vida” a esos niños… nuestros niños que están perdidos en el mundo.
Así con el equipo de educadores de calle planteamos crear un ambiente que le permita al niño sentirse bien, sentirse en casa, sentirse seguro, utilizando su tiempo en un proceso donde la convivencia constituye el elemento fundamental, un reaprendizaje social, a través de las relaciones y los vínculos que va incorporando en su mundo interno. No vamos a generar una especie de familia sustituta, vamos a intentar recomponer su familia de la manera que sea posible.
En ese espacio el niño va a tener la libertad de tomar sus decisiones, pero va también a aprender a respetar las reglas.
Ellos además contactarán con los vecinos de Ñemity a fin generar solidaridad se constituyan a su vez en protectores de los mismos.
De la calle a la Comunidad es nuestra meta.
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