Me gusta realizar reflexiones sobre pensamientos que han perdurado en el tiempo y siempre nos invitan a volver a replantear situaciones o paradigmas, aquí comparto contigo algunas de mis favoritas:

“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia”

La ignorancia, la mayoría de la veces, nos lleva a generar juicios, pensamientos negativos e incluso comportamientos que generan dolor a otras personas y a nosotros mismos.

En realidad, es nuestra propia ignorancia hablar o actuar antes de conocer. Y seguramente te des cuenta que lo hacemos muy a menudo.

Esta frase está muy relacionada con la siguiente:

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia”

Cuando sentenciamos, cuando decretamos y enjuiciamos creyendo que lo sabemos todo, que nosotros tenemos la verdad absoluta, no nos estamos comportando como sabios, sino más bien como ignorantes.

El verdadero sabio siempre está abierto a descubrir más allá de lo que él conoce. No cierra su mente y se blinda a otras ideas nuevas, sino que las recibe desde la humildad y el deseo de conocer más.

“El orgullo divide a los hombres, la humildad los une”

La humildad te permite abrir tu mente a descubrir, a investigar, a acceder a otras formas de creer, pensar, sentir y actuar también son posibles.

Por el contrario, el orgullo te cierra por completo a descubrir algo nuevo, y te mantiene anclado en el mismo lugar sin avanzar.

“Sé amable con todo el mundo, pues cada persona libra algún tipo de batalla”

Si conociéramos la historia que se esconde detrás de cada ser humano, si nos paráramos a escuchar esa historia de corazón a corazón, tendríamos el amor y el perdón del mundo garantizado.

Nos atrevemos a juzgar sin saber realmente lo que hay detrás de la persona que está detrás, olvidándonos que nosotros también nos equivocamos y tenemos períodos más oscuros.

“Para encontrarte a ti mismo, piensa por ti mismo”

Muchas veces buscando la conexión con nosotros mismos, nos dejamos llevar por lo que dicen los demás. Libros, cursos, vídeos, gurús…¿te identificas?

Seguramente mucho de aquello que recibimos es muy beneficioso para nuestra vida, pero en realidad para encontrarnos a nosotros mismos es necesario que no creamos al 100% todo lo que los demás dicen.

Para encontrarte a ti mismo, necesitamos realizar nuestras propias reflexiones para que desarrollemos nuestro propio criterio personal.

“Solo el conocimiento que llega desde el interior es verdadero conocimiento”

Siguiendo con el anterior punto, el verdadero conocimiento es aquel que aunque haya sido iniciado desde el exterior, ha encendido una luz potente en nuestro interior.

Cada vez que un conocimiento nos aporta más claridad en nuestra vida y la transforma, sabremos que está llegando desde el interior.

“No hagas a otros lo que te enfurecería si te lo hicieran los demás”

Aunque el mensaje que nos deja esta frase es muy conocida y hoy sabemos que era compartida por muchos sabios anteriores a Sócrates, parece que aún se nos olvida muchas veces aplicarla en nuestro día a día.

“El camino más noble no es someter a los demás, sino perfeccionarse a uno mismo”

¿Cuántas veces has estado luchando con todas tus fuerzas por tener razón, por ser tú el que gane en una discusión? Seguramente, más de una vez.

Sin embargo, siento decirte que el camino no es ese. Lo más noble no es ganar, sino mejorar como persona y aprender de la experiencia.

“Lo que más nos daña en la vida, es la imagen que tenemos en nuestras cabezas de lo que se supone que debe ser”

Expectativas. Nuestro dolor no es producido por las circunstancias que vivimos en un determinado momento, no.

Nuestro dolor es producido por la diferencia que existe entre o que queremos que suceda (nuestras expectativas) y lo que en realidad está sucediendo.

“El paso del tiempo arruga tu piel, pero la falta de entusiasmo arruga tu alma”

El entusiasmo es una de las claves de la felicidad, y pese a lo que muchos creen no es algo que se despierta en nosotros por arte de magia, el entusiasmo es una actitud que se desarrolla, algo que podemos entrenar, cultivar e incrementar día a día.

Algo que no nos encontramos sino que tenemos la capacidad de crear.